sábado, 22 de noviembre de 2014

Contrarreloj Santelices - Cidad - Dosante - Pedrosa (5,75 km)

Interesante contrarreloj de casi 6 kilómetros que cuenta con varios repechos muy fuertes. La VUELTA comienza en el Ayuntamiento, llaneando unos metros hasta la pontoncilla, donde giramos a la derecha y comienza a subir el terreno. Al dejar atrás las bodegas, tomamos el cruce a la derecha dirección Cidad. Emprendemos la parte más aburrida, a mi juicio, de esta corta ruta. La carretera irá subiendo muy poco a poco hasta que llegamos a un pequeño descenso que desaparece tras una curva a derechas. Es el momento de ponerse más serios, pues esta subida es el primer aviso del día. La última curva se hace algo dura, pero por suerte ahí termina el repecho.

Elaboración propia



Túnel con curva 
ciega
Cruce hacia Dosante
Entrando en Cidad llaneamos durante unos 150 metros para coger inmediatamente el cruce a la derecha rumbo a Dosante. Es imprescindible hacer esta ruta con la bici de montaña, pues el descenso que viene a continuación transcurre por una pista de grava casi comida por la vegetación en algún punto. Tiene un par de curvas bastante malas, pero podemos elegir la trazada que queramos, pues tendríamos muy mala suerte si nos encontráramos con un vehículo de frente por esta carretera. Sin embargo, mejor estar atentos por si hallamos algún animal o persona que está paseando.
La carretera está en mal estado
hasta Dosante
Nada más terminar el descenso y aún con bastante inercia, frenamos un poco para atravesar un estrecho y bacheado tunelcillo donde giramos 90 grados a la derecha (es un giro ciego). La carretera, aún en bastante mal estado, vuelve a tirar hacia arriba, teniendo que superar una dura curva a la altura de las antiguas vías. Dejamos atrás la estación de tren y superamos un repecho realmente duro con algún tramo de hormigón. Llegamos a la parte más baja de Dosante por la zona del cementerio y salimos a una carretera mejor. Iremos hacia la derecha, dirección Pedrosa.
Cruce en el cementerio de Dosante
Un tramo de ligera bajada nos permitirá reponer energías para comenzar la última subida del recorrido que comienza en la chicane. Son 400 metros de ascensión. Más de la mitad no baja del 9%, pero la parte final sí que suaviza bastante. Contamos con una curva cerradísima que no conviene subir por el interior si no queremos comernos un 15% de pendiente. 

Mejor tomar esta curva por el exterior
De ahí hasta el punto más alto se hace más llevadero. A continuación nos relajamos por un terreno casi llano o en ligera bajada hasta el punto limpio de Pedrosa. Atención ahora porque la bici comienza a coger velocidad y afrontamos una empinada bajada de unos 300 metros a más del 10% en algunas zonas.
Ojo con esta bajada

En esta bajada me rompí la clavícula hace unos años y no le guardo un buen recuerdo. Alguna vez sí que he probado a bajar por aquí, tirando mucho de ambos frenos, sobre todo a partir de la iglesia, donde la pendiente es mayor. 

La bajada es peligrosa porque a nada que te pases de frenada no puedes tomar bien el giro y tienes dos opciones: chocarte contra el muro que tienes enfrente o que un coche te lleve por delante. Por lo tanto, yo prefiero callejear por La Serna que es mucho más divertido.  Una vez abajo en la Casa Rural giramos a la derecha y pasamos las vías y el puente para girar de nuevo a la derecha y llegar hasta la plaza al sprint.



Podéis ver aquí la última parte de la etapa durante la nevada de febrero de 2015


miércoles, 12 de noviembre de 2014

Rumbo a Sedano y regreso por la Mazorra (113 km)


ETAPA de media montaña y de larga distancia: de hecho se trata de la tercera ruta más larga que hemos hecho y una de las pocas que superan los 100 kilómetros. Que no os engañe su perfil, es un terreno bastante quebrado, pero sobre todo es su longitud lo que la hace más dura. Sus últimos 30 kilómetros son los más llanos, pero se hacen bastante difíciles por el cansancio que llevas ya encima. Comenzamos con la subida hasta Argomedo que fácilmente podríamos catalogar como puerto, comparándolo con Carrales por ejemplo. Una vez en el cruce de Soncillo, iremos hacia Cilleruelo de Bezana por una carretera con algún cambio de rasante y bastante viento. A la altura de esta localidad tomaremos la N-623 hacia Carrales, ascensión que comienza tras la bajada de la gasolinera. Son unos 4 kilómetros bastante constantes con unas rampas máximas en torno al 7-8%. Haciéndolo con relativa calma este puerto no se hace duro. Además goza de bastante sombra. Si vamos a primeras horas del día es probable que encontremos algo de niebla. 
Elaboración propia

Decimos adiós al alto para descender bruscamente un par de kilómetros y subir un gran repecho hasta Paradores de Bricia. Nos espera un prolongado descenso, a veces más apreciable y otras veces algún pequeño falso llano, pero por lo general iremos bajando a la vez que dejamos atrás el paisaje boscoso que da paso a un páramo con escasa vegetación. El estado de la carretera (al menos la vez que lo hicimos) deja bastante que desear en algunos puntos, volviéndose muy rugosa y bacheada. Una subida de un par de kilómetros corta nuestro ritmo, pero enseguida la superamos y volvemos a coger velocidad para llegar hasta el fondo del valle en Quintanilla-Escalada. Esta es la primera vez que llegamos hasta aquí pues en las anteriores etapas nos desviamos en los cruces de Pesquera o Escalada.

Vista aérea de Quintanilla-Escalada. Tomada de Panoramio
A partir de Quintanilla-Escalada la carretera vuelve a picar hacia arriba hasta algo más allá del cruce de Valdelateja. Es un terreno propicio para que el grupo vuelva a unirse tras la diferencia hecha en la bajada anterior. Sin embargo, nosotros no lo hicimos así y quedamos partidos en dos o tres grupos durante bastantes kilómetros. Llegamos a un altillo y volvemos a descender hasta San Felices del Rudrón. Llaneamos un poco y superamos algún repecho para situarnos en Covanera, lugar del primer descanso. Tenemos un bar a mano izquierda donde comprar algo para reponer fuerzas. Tras este parón salimos de Covanera para coger el cruce a la izquierda hacia Sedano. A partir de aquí no volveremos a disfrutar apenas de terreno llano y mucho menos de bajadas. Los 6 kilómetros hasta Sedano serán una subida constante y suave pero siempre tirando poco a poco hacia arriba. 

Sedano, situado en el kilómetro 52 de la etapa, será nuestro punto de avituallamiento. Adentrándonos en el pueblo veremos una pequeña tienda de ultramarinos ideal para prepararnos el almuerzo si es que no hemos llevado bocadillo. Terminado esto, volveremos sobre nuestro pasos para girar a la derecha hacia nuestro siguiente destino: Gredilla de Sedano. Este pueblo será el último que veremos en bastante tiempo. El cambio de terreno se hace evidente desde el momento en que dejamos Sedano, pues el porcentaje sube varios puntos. No obstante, el gran cambio viene algo después de Gredilla, más o menos cuando entramos en el bosque. Son unos 4 kilómetros de dura subida. No sabemos si fue porque veníamos con la tripa llena, por la humedad y el calor del bosque o porque desconocíamos el terreno, pero la subida se nos hizo durísima. Como no hay ninguna señal no podría decir qué porcentaje había, pero yo creo que en torno al 12% (algún día lo calcularé). 

La mayor atracción turística de Covanera, el Pozo Azul.
Tomado de ObjetivoCantabria
Como todo tiene un lado bueno, tendremos la carretera para nosotros: como mucho vimos pasar un coche. Dejando atrás una última curva salimos de pronto del bosque para ver ante nosotros un enorme páramo. La subida no ha terminado por completo, pero sí su parte más dura. Estamos a unos 1050 metros de altitud. Transitamos por una zona de continuas subidas y bajadas por una larga recta y a casi 1080 metros llegamos al punto más alto de la etapa. Una corta y divertida bajada con curva de herradura incluida nos conduce a un duro repecho y finalmente a la CL-629, una carretera, ahora sí, con bastante tráfico. A la altura de Pesadas de Burgos nos espera un tramo bastante aburrido de terreno llano hasta el Puerto de La Mazorra.

Por fin llega el mejor momento del día con la bajada de este puerto, que fue la primera vez que la hicimos. Una bajada lenta en sus primeros dos kilómetros (casi hay que dar pedales) que cambia radicalmente con tres curvas de herraduras que se toman muy bien, y largas rectas donde coger buena velocidad. Terminada esta primera parte, la siguiente es más técnica con más curveo y donde la pendiente alcanza el 11%. Por lo tanto, cuidado con esta última parte. Finalizando la bajada entramos a toda velocidad en Valdenoceda y tomamos con cuidado las curvas de un estrecho puente. El tramo que viene a continuación, el desfiladero de los Hocinos, es ideal para reagruparse tras la bajada. Un repecho nos deja en Incinillas, donde es preferible parar a coger agua. La fuente está en la parte izquierda de la carretera, cerca del cruce hacia Manzanedo.

Vista general de La Mazorra. Tomada de Todopueblos
Un tramo bastante llano y con largas rectas y abundante tráfico nos lleva hasta Villarcayo, lugar para hacer una última parada si es necesario, pues ya llevamos casi 100 kilómetros en las piernas. De aquí hasta Santelices poco hay que decir pues nos conocemos la carretera como la palma de nuestra mano. Se trata de un tramo que va ascendiendo en todo momento, pero de forma muy paulatina. Eso sí, repechos como los de Tubilla, Escaño y sobre todo al salir de Puentedey nos incomodarán bastante si vamos con las fuerzas justas. 

sábado, 8 de noviembre de 2014

Del Túnel de la Engaña al Alto de La Varga (15,3 km)

Más que una ETAPA, se trata de un pequeño paseo, pero cuenta con uno de los tramos más duros de la zona: la subida a Colladío desde el Túnel. Es totalmente obligatorio llevar la bici de montaña y si es de las buenas mejor. La etapa es de lo más tranquila en su primeros seis kilómetros. Dejando atrás Santelices, Pedrosa y San Martín de Porres a lo largo de un terreno llano, superamos un pequeño repecho hasta Rozas. Atravesamos el pueblo en bajada y cogemos algo de impulso hasta la cantera, donde el terreno vuelve a picar hacia arriba. Superamos un paso canadiense y rodamos un par de kilómetros por un falso llano en torno al 1 o 2%, casi siempre con el viento de cara.
Elaboración propia

Tramo más duro de la subida
(mirando hacia atrás)
con rampas del 18%
Con la vista de las primeras casas semiderruidas, llegamos al antiguo poblado que sirvió de acogida a los presos y trabajadores que construyeron el Túnel de La Engaña, ahora en ruinas. Dejamos a un lado la boca del túnel y seguimos el camino atravesando un puente. A partir de aquí el asfalto desaparece y circularemos por un camino lleno de tierra y piedras sueltas con varios baches. 700 metros más adelante llegaremos a un merendero situado a mano derecha en un claro. Vamos a encontrarnos con tres opciones: un camino a la izquierda que nos llevaría hacia las cabañas, seguir nuestro camino y otro sendero a la derecha que desmotiva a cualquiera con solo mirarlo.
Valle de Sotoscueva desde el Alto de Colladío 
Tomaremos este último, que nos llevará hasta La Varga. Una señal nos avisa de que la pendiente será del 14% en algunos puntos, incluso más. Se trata de una subida de 2 kilómetros al 11% de pendiente media, suavizada por un par de descansos a la mitad. La dureza aumenta teniendo en cuenta que el suelo está compuesto por piedras sueltas, lo que hace que patines con mucha facilidad. Se trata hasta la fecha de la única subida que no he podido hacerla entera subido sobre la bici. Las dos veces tuve que hacer un buen tramo con ella a cuestas. 
Elaboración propia
La-primera rampa es brutal, 100 metros al 17% con un par de curvas cerradas. Pronto encaramos una recta con rampas que no bajan del 15%. Por esta zona el terreno está muy erosionado y es muy difícil aguantar sobre la bici sin caerse. Llegamos a una curva que posee la rampa más dura de la subida: un 18%. Superada esta durísima primera parte, por fin contamos con un descanso de unos 200 metros casi llanos.  Una curva cerrada nos devuelve a la cruda realidad y volvemos a sufrir rampas de hasta el 17%. Ahora descendemos unos metros para emprender la última parte de la subida, menos dura que el primer kilómetro. El terreno también mejora bastante (hay menos piedras sueltas), pudiendo completar el camino más cómodamente.
Volviendo la vista atrás podemos ver el fondo del valle y el
tramo que hemos ascendido
Dejamos atrás la última curva cerrada y rodamos por una larga recta que va perdiendo dureza del 16% inicial, oscilando entre un 12 y un 10% y terminando en porcentajes muy bajos según llegamos al alto. Situados a 972 metros de altura, disfrutamos de espléndidas vistas y comenzamos la divertida bajada de un kilómetro y medio. Un tramo donde se coge bastante velocidad, con un par de curvas difíciles y con mucha grava y pedruscos por el camino. Hay que andar con cuidado  porque no es difícil salirse de la pista y acabar en la cuneta. En los últimos metros, con menos pendiente, hay que estar atentos al paso canadiense. Esta pista sale directamente al alto de La Varga, quedándonos 5 kilómetros en bajada por una carretera de buen asfalto hasta Pedrosa.

domingo, 2 de noviembre de 2014

Resconorio y vuelta por los molinos (48 km)

ETAPA de una distancia media (casi 50 kilómetros) diseñada este mismo verano . A mi juicio me parece una de las etapas más divertidas que hemos realizado últimamente, exceptuando el primer tercio. Se suben dos puertos de montaña, entre ellos una desconocida subida a la Matanela desde Resconorio. El inicio, como muchos otros días, nos lleva a una subida de casi 5 kilómetros hasta Argomedo para comenzar fuerte. Rápidamente llegamos al cruce de Soncillo donde iremos dirección El Escudo. Nos tocan los kilómetros más llanos y ventosos de toda la etapa, sin olvidarnos de un potente repecho a la salida de Quintanaentello con su correspondiente bajada. El terreno es bastante llano hasta Las Cabañas. Incluso rodaremos otro kilómetro y medio más por un terreno similar.

Elaboración propia

Justo a la altura del cruce que va a Reinosa empieza la subida al puerto de El Escudo por su vertiente más suave: solo 2,7 kilómetros. Una subida corta pero dura, especialmente sus primeras rampas, con porcentajes de hasta un 11%. Más adelante sus rampas suavizan bastante y se hacen más constantes, en torno a un 5-6% . Pasada la frontera de Cantabria al alto está próximo y solo queda un pequeño esfuerzo más. Aunque apetecería bajarnos el puerto entero, solo descenderemos un par de kilómetros. Cuidado con esta bajada porque las rampas llegan al 15% en algún punto y hay bastantes curvas. La bici se embala con mucha facilidad y hay que estar atentos al cruce a la derecha que nos llevará a Resconorio. Entramos en una carretera más estrecha pero bien asfaltada y con muy poco tráfico para seguir descendiendo, excepto una ligera subida, por el valle.

Carretera a la que salimos desde Resconorio. Hacia la izquierda (foto)
vamos a San Pedro del Romeral. Hacia la derecha coronamos la Matanela
 (dirección Burgos)
La bajada es rápida y con algunas curvas bastante cerradas, así que precaución. Llegados al punto más bajo del valle (y también de la etapa) a unos 640 metros de altitud, vemos las primeras casas de Resconorio, una localidad muy disgregada. A partir de aquí el terreno pica para arriba durante 7 kilómetros, en lo que podríamos considerar el comienzo de La Matanela por esta vertiente desconocida. Alternando zonas de bosque con otras más abiertas, llegamos al núcleo principal de Resconorio, donde podemos parar a beber agua. A la salida del pueblo nos encontramos con una rampa durísima en torno al 15-16%. Por suerte no es muy larga y pronto se hace más suave. Sin embargo, unos metros más adelante volvemos a luchar contra otro rampón de igual dureza. Dejada atrás la última casa, la pendiente se estabiliza en torno al 9% durante unos 2 kilómetros y medio. Los últimos 500 metros son especialmente duros; una recta que parece no acabar nunca.

Duras pendientes al dejar atrás Resconorio. Tomada de
Recorridos ciclistas Cantabria
Salimos a la carretera que va a San Pedro, pero iremos en sentido contrario (a la derecha) dirección La Paloma. En seguida coronamos La Matanela, pero seguimos subiendo durante un kilómetro más. El bosque nos acompañará durante una bajada muy suave y relajada hasta divisar un cruce a mano izquierda. Lo normal sería seguir la carretera hasta La Paloma y Las Cabañas, para volver a casa por Soncillo. No obstante, para atajar y darle más emoción a la ruta tomaremos este cruce que nos llevará a lo largo del parque eólico de Valdeporres. Una corta subida da paso a unos 3,5 kilómetros de peligroso descenso, pues la bici coge bastante velocidad y algunas curvas tienen grava. Precisamente este fue el lugar de mi última caída, hace un par de años. 
Parque eólico de la Merindad de Valdeporres.
Tomada de Panoramio

Hay que estar muy atentos al cruce a la derecha que nos llevará hasta Ahedo, pues es muy fácil saltárselo. Seguimos bajando, pero ahora por un camino de grava y tierra. Mejor la mountain bike, aunque yo hice este tramo de un kilómetro con la de carretera (sin ir montado). Este camino nos deja en Ahedo de Las Pueblas, donde tomamos algo de agua para terminar bien la ruta. Solo nos queda una buena bajada hasta el merendero de Cidad (precedido de un corto repecho); poco más de un kilómetro de falso llano y bajar los últimos dos desde Cidad.