jueves, 24 de octubre de 2019

Adentrándonos en el bosque de Las Pisas (7 km)

Una ruta de BTT corta (7 kilómetros, sin especificar en esta ocasión la ruta de regreso), sin apenas dificultades hasta su desenlace, que nos recordará a la última entrada de este blog, con la que comparte unos kilómetros en sentido inverso. En esta ocasión visitaremos la célebre cascada de Las Pisas, de la que tan cerca estuvimos en nuestra salida anterior.
La última parte del recorrido salva el desnivel con escalones y un pronunciado descenso. / Óscar Sainz
Optamos por el acercamiento más fácil, saliendo de Santelices y tomando la carretera de Villarcayo para acercarnos rápidamente hasta Quintanabaldo tras poco más de tres kilómetros planos sobre buen asfalto. Nada más llegar al pueblo, nos desviamos a la derecha pasando por el túnel que sirve de bolera y abandonamos esta pequeña localidad valdeporrina al entrar en una pista forestal que asciende desde sus primeros metros. 

Se trata de una sección de unos dos kilómetros repleta de toboganes, aunque con clara tendencia ascendente, sobre todo tras dejar atrás un complicado tramo de rocas y el paso por el arroyo. Rampas más exigentes sobre grava y hojarasca nos llevarán hasta el pueblo de Villabáscones, enclavado en el Valle de Valdebezana. 

Elaboración propia 
En plena subida, y justo antes de llegar a la iglesia, tomamos una senda a mano derecha con varias indicaciones. La distancia indicada es de 1.500 metros hasta Las Pisas, aunque ni siquiera llega a ese número. Se trata de la parte más divertida de esta ruta, al amparo de un espeso bosque de hayas y robles. 
Hojarasca y mucha sombra camino de Las Pisas. / Óscar Sainz

Después de dejar atrás un primer tramo bastante rápido y superar alguna zona pedregosa, hacemos frente a una dura pendiente de unos 200 metros y rampas de dos dígitos que pueden hacerse bastante exigentes. Una vez arriba una señal indica que son 700 los metros restantes hasta nuestro destino. Un vertiginoso e inestable descenso (cerca del 20%) nos hará extremar las precauciones en nuestro camino al arroyo Gándara, el cual atravesamos por un estrecho puente de madera tras el cual ya deberíamos vislumbrar las cascadas, casi inexistentes en octubre de 2019. Para disfrutar de estos saltos de agua, se recomienda acudir en la época de los deshielos primaverales

Vídeo de la etapa