NOTA IMPORTANTE: Actualmente no es posible realizar esta etapa, pues la boca sur del Túnel de la Engaña (lado de Burgos) está tapiada.
Sin duda una etapa interesante y diferente a todas las demás por el hecho de atravesar el ruinoso Túnel de la Engaña, de casi 7 kilómetros de longitud. Por lo tanto, se trata de una ruta en la que tendremos que recurrir a la mountain bike sí o sí por el peculiar tramo que hemos de atravesar. En conjunto no se trata de una etapa muy exigente ni por su longitud (66 kilómetros) ni por las cotas a superar. Pero el hecho de superar este agujero bajo la montaña sí que le añade cierta dureza, y sobre todo, emoción a la etapa.
Sin duda una etapa interesante y diferente a todas las demás por el hecho de atravesar el ruinoso Túnel de la Engaña, de casi 7 kilómetros de longitud. Por lo tanto, se trata de una ruta en la que tendremos que recurrir a la mountain bike sí o sí por el peculiar tramo que hemos de atravesar. En conjunto no se trata de una etapa muy exigente ni por su longitud (66 kilómetros) ni por las cotas a superar. Pero el hecho de superar este agujero bajo la montaña sí que le añade cierta dureza, y sobre todo, emoción a la etapa.
Elaboración propia |
Empezamos fuerte saliendo de Santelices hacia Soncillo, con unos 4,5 kilómetros de subida constante hasta Argomedo, en lo que podría ser el primer portillo del día. Llegamos sin problemas hasta el cruce de Soncillo, donde seguimos dirección El Escudo por una carretera con más tráfico que la anterior y donde el viento será un mal invitado. Pronto llegamos llaneando hasta Quintanaentello, donde nos espera un fuerte y duro repecho a la salida del pueblo. Superada esta dificultad, rodamos cómodamente durante unos kilómetros, pasando por Las Cabañas. Vamos a divisar una intersección donde nuestra carretera va a desembocar en la N-623. Estamos casi a los pies del puerto de El Escudo, pero no seguiremos por esta carretera, sino que nos desviaremos a la derecha por una vía secundaria.
Puerto de Estacas visto desde Yera. A la derecha se aprecia el desvío para acceder a esta vieja estación abandonada |
Estación de Yera. Muy similar al estado en el que se encuentran las casas en la boca sur de Burgos |
Hacemos una parada en la vieja estación de Yera. Estacas de Trueba, al fondo |
Interior de los barracones |
En San Pedro del Romeral la cosa cambia: la bajada se hace más interesante. La pendiente media aumenta, por lo que cogeremos más velocidad. Pero lo que realmente le aporta emoción a esta segunda parte es la gran cantidad de curvas que nos encontraremos, casi todas con el mismo patrón (curva a izquierdas seguida de curva a derechas). Cuidado porque algunas son curvas ciegas y no aparentan lo que son. Sin duda, estamos ante una bajada mucho más técnica que la anterior. Ojo también con realizar este descenso en grupo, como hicimos nosotros. No es una bajada para tomársela a broma.
Desprendimiento a falta de 2,5 km. La bóveda está hundida |
Inspeccionando el terreno mientras otros esperan abajo |
Cabe destacar que la pendiente media del túnel es del 2% aproximadamente, pero resulta inapreciable. La primera parte del túnel se encuentra en bastante buen estado, sin desprendimientos, con pocos baches y la pista apenas está mojada. Aunque sí que se levanta bastante polvo cuando pasamos con la bici. Con el paso de los kilómetros el estado del túnel empeora, y cada vez son más frecuentes los desprendimientos: primero en forma de pequeñas piedras, pero según avanzamos, esas piedras se transforman en rocas que en alguna ocasión llegan a ocupar la mitad de la pista. Los baches también se van haciendo cada vez más frecuentes, al igual que el terreno embarrado. Empezamos con unos pocos charcos, para más tarde tener que ir buscando una trazada ideal que nos permita no quedar encallados en el barro.
Los últimos metros del túnel están completamente anegados |
Por fin vemos la luz del día. Al fondo está la boca sur del túnel, en Burgos |
Una vez fuera del túnel podemos tomarnos un respiro en las mesas de afuera y terminar los últimos 6 kilómetros de la forma más amena posible. Son unos últimos kilómetros muy favorables, en ligero descenso o prácticamente llanos, sobre todo a partir de Rozas. Si nos vemos con ganas, podemos terminar la etapa con un sprint desde San Martín de Porres.