domingo, 26 de octubre de 2014

Las Cabañas por Ahedo (28 km)

Después de varias etapas duras, vamos con una RUTILLA de corta distancia: solo 28 kilómetros sin puertos de montaña, pero sí con una interesante subida entre Ahedo y Las Cabañas. Iniciamos saliendo de Santelices y tomando el cruce hacia Cidad por una carretera que sube poco a poco, excepto en la parte final, donde la subida se hace algo más pronunciada. Para cuando queramos darnos cuenta, dejamos Cidad atrás y aprovechamos un pequeño descenso hasta el merendero que veremos a la derecha. Pronto tomamos el cruce que va hacia Ahedo y Robredo encontrándonos con una bajada de 100 metros y una curva algo cerrada.
Elaboración propia

A partir de aquí superamos un fuerte repecho de 400 metros, tomamos un pequeño impulso en otra leve bajada y afrontamos una subida constante de 1,6 kilómetros hasta Ahedo. La última parte del bosque se hace especialmente dura. Entramos en Ahedo de Las Pueblas en bajada y superando un paso canadiense a la entrada. Al salir del pueblo llegamos a un alto y tras un pequeño descenso comenzamos la subida más dura del día, de unos 2,5 kilómetros, aunque la parte final suaviza bastante.

Transitamos por una carretera de asfalto no muy bueno, pero sin la presencia de un solo coche; solo veremos ganado suelto que pueda atravesar la calzada. Algunos tramos de la subida tienen rampas de alrededor de un 10%, así que mejor tomárselo con calma. Según suaviza la pendiente va empeorando el estado del asfalto hasta convertirse en una pista de grava, de modo que se hace necesario ir con la bici de montaña. Es poco tramo, pero lo suficiente como para tener que cogerla, ya que una vez en el alto, a 936 metros de altitud, una parte de la bajada también se encuentra en malas condiciones

Bajada hacia Las Cabañas (actualmente con más gravilla)
  con el pantano del Ebro al fondo. Tomada de Panoramio
La-bajada de 2 kilómetros nos deja en Las Cabañas. A partir de aquí el cambio de carretera es abismal, pues entramos en una nacional (N-232). El camino es mucho menos entretenido que el visto hasta ahora, con largas rectas y mucho viento, normalmente en contra. La única dificultad hasta el cruce de Soncillo es un buen repecho algo antes de Quintanaentello. Posteriormente, en dicho cruce vamos dirección Santelices y subimos a Argomedo en el último repecho de la ruta. Terminamos en descenso, con una única curva a derechas que puede darnos algún problema tras la recta de Valderas. El resto, sin frenar hasta Santelices.

lunes, 20 de octubre de 2014

Ramales volviendo por Los Tornos (123 km)

ETAPA dura y de larga distancia: de hecho se trata de la segunda ruta más larga, con más de 120 kilómetros. Debemos superar varios puertos, entre ellos Los Tornos, el plato fuerte de la jornada. De entrada tenemos una subida suave a la Varga: unos 5 kilómetros al 3% de desnivel medio. Una corta bajada nos conduce al valle de Sotoscueva, por el que rodaremos unos kilómetros bastante llanos, aunque con repechos a la altura de Quisicedo, Quintanilla del Rebollar y Barcenillas. A partir de este pueblo superamos una larga recta en subida hasta llegar a Espinosa, donde giramos a la izquierda dirección Las Machorras. Poco antes de llegar a esta localidad tomamos un cruce a la derecha, lugar en el que comienza el ascenso al Portillo de La Sía, de 7 kilómetros.

De estos siete kilómetros, cuatro de ellos no bajan nunca del 6,5%. En mi opinión, se trata de un puerto más duro que Estacas o Lunada, aunque sea el más corto de los tres. Los dos primeros kilómetros se acercan casi a porcentajes medios del 7% y discurren por zona de sombra. En el tercer kilómetro, algo más suave, es  necesario parar en la fuente para llegar frescos arriba. A mitad de puerto contamos con un kilómetro de descanso, similar a un falso llano. El resto de subida es muy constante, siempre con rampas del 7-8%, incluso alguna que supera el 10%. El último kilómetro es muy probable que lo subamos envueltos en la niebla. Superamos dos curvas de herradura y ya casi coronamos el alto, junto a los molinos eólicos.


Collado del Asón. Tomado del blog AventuraAragón
Es el momento de descender hacia tierras cántabras durante casi 20 kilómetros. Una bajada rápida y con muchas curvas de herradura, algunas realmente cerradas. Sin embargo, contamos con una carretera de poco tráfico y en buen estado, al contrario que la de Lunada o Estacas. A los nueve kilómetros se acaba el chollo y durante un kilómetro volveremos a dar pedales para ascender el Collado del Asón, un pequeño repecho. De nuevo continuamos con la fuerte bajada, en la que encontraremos las curvas más cerradas de la etapa: 4 curvas de herradura, tres de ellas muy próximas entre sí. A partir del pueblo de Asón, la bajada es casi inexistente y volveremos a llanear durante tres kilómetros, muy buenos para reagruparnos tras las diferencias hechas en el descenso. 
Panorámica de Los Tornos
Llegados a Arredondo, podemos optar por entrar en el pueblo a por agua o seguir dirección Ramales, que se encuentra a unos 10 kilómetros. La carretera se hace muy llevadera en este tramo, pues es casi llana o desciende poco a poco. Dejamos atrás Riba y Valle para entrar por fin en Ramales de la Victoria, el punto más bajo de toda la etapa, a unos 80 metros sobre el nivel del mar. Nos encontramos en el ecuador del viaje, de modo que es el momento de parar a comer y descansar en algún bar. Mejor no pasarse con la comida porque nos queda la parte más dura del recorrido, la ascensión al Puerto de Los Tornos. Si la contamos desde el mismo pueblo de Ramales, son 19 kilómetros, pero es cierto que algunos de esos kilómetros no pueden considerarse como puerto por sus porcentajes.

Última curva del puerto desde el mirador. Al fondo se ve el alto
Tras salir de Ramales, pronto encaramos una corta pero dura subida con rampas de hasta el 6-7% por una zona arbolada y de mucha humedad. Son un par de kilómetros duros para coronar un alto conocido como El Tornillo. Ahora rodamos unos 7 kilómetros de falso llano (entre el 1 y el 3%), entrando por unos momentos en la provincia de Vizcaya a nuestro paso por Lanestosa. Una buena idea sería coger agua en esta localidad, cosa que en su día no hicimos. Entramos de nuevo en Cantabria y más o menos a la altura del cruce de Herada podemos decir que empieza la verdadera subida. 8 kilómetros que en ningún momento bajan del 6% de media, siendo los dos primeros los más duros, especialmente el segundo, que incluye dos curvas cerradas y un porcentaje medio cercano al 9%.
Ramales de la Victoria. Tomado de ObjetivoCantabria
Conforme vamos subiendo este infierno, la humedad va en aumento, haciendo más costosa la subida. Si a ello le añadimos el tráfico que, sin llegar a ser molesto, sí que es bastante más abundante que en otros puertos, estaremos más irritados sobre la bici. La niebla es otro factor importante, pues aumenta la sensación de frío después de estar empapados, y sobre todo, no tienes referencias para calcular lo que resta de subida. Nosotros que no lo conocíamos, sufrimos un auténtico calvario. Por fin, y tras dejar atrás la zona del bosque, llegamos al mirador en la última curva del puerto. De ahí al alto tenemos unos 250 metros.

Por fin podemos tomarnos un respiro en la suave bajada hacia la provincia de Burgos, por la que pronto llegaremos a Bercedo. Allí tomaremos la carretera que va hacia El Crucero, que soporta mucho tráfico diariamente. Desde aquí hasta Espinosa el camino vuelve a picar hacia arriba, aunque no de forma excesiva. En Espinosa podemos avituallarnos de nuevo y afrontar los últimos 20 kilómetros con las fuerzas que nos queden. Habrá que tener en cuenta los continuos repechos que nos amenazan, en especial la subida a La Varga, última dificultad de una etapa que terminaremos en descenso hasta Pedrosa de Valdeporres.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Orbaneja y doble paso por Carrales (90 km)

ETAPA de 90 kilómetros con ascensiones de nivel moderado que, sin llegar a ser muy duras, le ponen un punto interesante a la ruta. El primer tercio de la etapa es el mismo que la de los cañones del Ebro, de modo que no hay mucho que decir. Superamos 4,5 kilómetros de subida hasta Argomedo, que podríamos contar como primer puerto del día. Llegamos de forma cómoda hasta Cilleruelo para tomar rumbo al puerto de Carrales por la N- 623. Una subida corta pero bastante dura en algunos puntos (7%) que se hace más amena al pasar bajo la sombra de los árboles. Ya en el alto a 1020 metros, emprendemos una bajada rápida y corta para toparnos enseguida  con un fuerte repecho hasta Paradores. Nos toca rodar algo más de 10 kilómetros por un paisaje agreste en el que la carretera, a excepción de algunas pequeñas subidas, irá descendiendo en todo momento, haciéndose más rápida la bajada desde el cruce de Turzo
Elaboración propia


Cascada de Orbaneja. Tomado del blog lugaresdeburgos
Trazamos dos curvas de herradura desde las que vemos el fondo del valle y rodando a bastante velocidad clavamos frenos para tomar el cruce a la derecha que va a Polientes. El pueblo de Escalada nos recibe al momento, a la vez que la carretera se pega al río Ebro, que nos acompañará durante unos cuantos kilómetros siempre a nuestra izquierda. De esta forma entramos en los cañones del Ebro y circulamos por una carretera muy llana y con escaso tráfico. Un buen momento para ir tranquilos y charlar sobre la bici si vamos en grupo. Conforme vamos avanzando llegamos a Orbaneja del Castillo, sin duda uno de los pueblos más bellos de la provincia. Parar es casi obligatorio, ya sea para reponer los botellines como para observar sus calles y su famosa cascada. Seguimos el camino y entramos en tierras cántabras, dejando atrás los cañones y circulando por una zona más abierta.

Iglesia románica de Quintanilla de Rucandio.
Tomado del blog traslospasosdelromanico
Dejamos atrás Villaescusa de Ebro y San Martín de Elines para llegar al pueblo de Ruerrero. Este será nuestro punto de descanso para tomar el bocadillo. También disponemos de un bar para tomar algo. Una vez descansados, tomamos la CA-274, una carretera muy cómoda que trascurre por una zona bastante arbolada. A favor tenemos que la circulación es prácticamente inexistente y que el falso llano es casi inapreciable hasta un kilómetro antes de Rucandio. Poco antes de este pueblo comienza el ascenso más duro del día, prolongándose durante unos 7 kilómetros. 


Es aconsejable reservar agua para esta subida, pues en Rucandio hay una fuente que sabe a hierro puro. A no ser que estéis muertos de sed, este agua es difícil de beber. Pasamos por Soto Rucandio y en Quintanilla de Rucandio luchamos contra una durísima rampa del 12% que atraviesa todo el pueblo. La pendiente se suaviza algo al salir del pueblo, pero al adentrarnos en la provincia de Burgos, donde el estado de la carretera empeora, volvemos a sufrir con duras rampas. Por fin salimos a la N-623 y completamos los últimos 400 metros hasta el puerto de Carrales. Nos relajamos en su corta bajada hasta Cilleruelo y terminamos la etapa con una última subida hasta Argomedo. El resto, sin dar pedales. 

miércoles, 1 de octubre de 2014

Los cañones del Ebro (97,6 km)

ETAPA larga de media montaña con una última parte más llana. Como en más de una ocasión tomaremos la carretera que va hacia Soncillo desde Santelices. Eso significa que nos toca una subida de inicio hasta Argomedo, más dura en su primer kilómetro hasta San Martín de las Ollas. Un falso llano y la subida de Valderas para ascender hasta los casi 890 metros de altitud de Argomedo. Camino fácil hasta el cruce de Soncillo, donde iremos dirección El Escudo y unos metros más adelante cogemos el cruce a Cilleruelo. Transitamos durante unos 4 kilómetros por una carretera que a mí nunca me ha gustado, con mucho viento y bastante frío, y llegamos a Cilleruelo de Bezana para tomar la N-623. Bajamos un poco desde la gasolinera y comenzamos el ascenso al Puerto de Carrales: unos 4 kilómetros no muy duros, pero con rampas de hasta el 7% en la zona de bosque. Cuando vemos el cruce que va a Torres de Abajo la subida está casi finiquitada y coronamos el alto en un momento. 
Elaboración propia
Una bajada corta y rápida y nos encontramos con un buen repecho hasta Paradores de Bricia. A partir de ahí la carretera va bajando poco a poco, aunque con bastantes sube y bajas. Se trata de una parte bastante aburrida, tanto por las largas rectas como por el paisaje, que es casi un páramo sin vegetación. Conforme pasan los kilómetros la bajada se hace algo más pronunciada y cuando queremos empezar a coger velocidad nos toca clavar frenos y desviarnos al cruce de la izquierda que va a Pesquera. Subimos algo más de un kilómetro y disfrutamos de una divertida bajada por una carretera con muy poco tráfico para adentrarnos en los cañones del Ebro. Al fondo del cañón se encuentra Pesquera de Ebro, lugar elegido para comer y reponer agua.




Cañón del Ebro desde mirador de Pesquera. Tomado de fotartemotor
Nada más salir del pueblo empieza el Puerto de la Eme, llamado así por la forma que dibuja en la ladera de la montaña. Tengo que aclarar que no sé donde acaba exactamente este puerto, si en el pueblo de Cubillo o al llegar al alto del páramo. En cualquier caso su altitud oscilaría entre los 960 o los 1000 metros aproximadamente. Se trata de un puerto de unos 7 kilómetros, de los cuales 4 rondan el 7% de porcentaje medio. Toda la zona de las curvas de herradura se hace muy dura, y más si hace mucho calor como el día en que probamos este puerto. No he vuelto a subirlo desde entonces. La última parte, según te acercas a Cubillo del Butrón, suaviza bastante, pero aún queda al menos otro kilómetro para llegar al páramo, a la altura de Porquera y Dobro. En este último pueblo es preciso coger agua.
Desfiladero de Los Hocinos. Tomado del blog tomas-misfotos
Salimos a la CL-629 y pasamos por La Mazorra, un puerto con una subida inexistente por esta vertiente. Toca la parte más divertida de la etapa, una larga bajada repleta de curvas por una carretera en buen estado y muy ancha donde se pueden alcanzar los 70 km/h. Cuidado con la última parte del puerto, que tiene curvas más peligrosas. Además la pendiente alcanza el 11% en esta zona, por lo que entraremos a gran velocidad en Valdenoceda.

Nos restan unos 30 últimos kilómetros bastante llanos, sin ninguna subida importante salvo algunos repechos. Debemos atravesar los Hocinos por una carretera estrecha y con rocas literalmente pegadas a nuestra derecha. Además suele haber bastante tráfico por esta zona. Llegamos a Incinillas y desde ahí superamos unas largas rectas hasta Villarcayo. Esta será nuestra última parada para reponer fuerzas y terminaremos la etapa por una carretera que sube poco a poco hacia arriba, con repechos en Tubilla, Escaño o  Puentedey.